No puedo afrontarlo, todo esto me viene demasiado grande, demasiado para mí. No entiendo por qué ahora, por qué de esta forma tan inesperada. No puedo entender cómo puedes tener fuerzas para escribir estas palabras, después de lo que te hice sufrir. de lo que sufrimos desde la distancia. Cómo puedes seguir amando a la persona que te hizo tanto daño. Cómo puedes ser tan fuerte y frío, y yo tan débil y frágil. Te envidio, pues yo no hubiese tenido el valor que tú tuviste al escribir aquello. Soy una cobarde, sí, y lo repetiré tantas veces sean hasta que las palabras se desgarren en mi interior. Cómo puedes sentirte culpable de todo lo que ocurrió, si la responsable de todo este sufrimiento es obra de mi propio engaño. No puedo culparte por la ira que desprendes hacia mí, pues la desaté al no poder confiar en tí. Todo ocurrió demasiado deprisa como para haberlo resuelto de la forma correcta. Quizás no te merecía. No merecías a una persona como yo, pues al igual que te regalé la felicidad, te la arrebaté sin enfrentarme a la realidad. Lo siento, de veras, pero supongo que ya es demasiado tarde como para volver al pasado. Sólo quiero que sepas que en ningún momento, en nigún preciso instante de mi mente, he dejado de pensar en aquellos hermosos momentos a tu lado que tan difíciles son de olvidar por el simple hecho de que tú perteneciste a ellos.


(Aún en proceso de editar)